http://criticoestado.blogspot.com.es/2011/12/espronceda-pornografico-y-misogino.html
El interés de estos poemas estriba esencialmente en su extravagancia, que no en su anormalidad. No es común que se den a la luz pública poemas como los que nos encontramos en este libro, porque atentan contra la imagen que se espera de un escritor; sin embargo, no es raro que los escritores -sinónimo aquí de “varón que se dedica a la escritura”- en el espacio privado de su imaginación, de su ideología o de sus corrillos con otros escritores jueguen a componer -a modo de divertimento o no- textos que recuperan el lenguaje extrahormonado de su más caliente adolescencia, cuando la única figura femenina sagrada es la de la madre -y no en todos los casos-. Por otra parte, tampoco resulta extraño que aquellos jóvenes románticos de principios del siglo XIX español dados al oficio de reivindicar la libertad más extrema contra todo, pero especialmente contra la pacatería moral de sus contemporáneos, se explayaran en versos radicalmente obscenos y pornográficos para solaz suyo y rubor de los biempensantes de entonces.
Lo textos de Espronceda que aparecen aquí -algunos escritos a cuatro manos con otros colegas de tertulia y correrías- cumplen al milímetro lo apuntado anteriormente: en los poemas de Poesía licenciosa, como era de esperar, solo se salva de los exabruptos misóginos la madre en "El arrepentimiento", el poema que encabeza el volumen. Espronceda añade, no obstante, a esta lista de mujeres ejemplares a las prostitutas, de las que se hace un elogio social y emocional en la "Fase Quinta" de las octavas que llevan por título "La mujer". Ya se ha dicho, ganas de "epatar". Del resto de la población femenina, de sus categorías de entonces -la casada, la virgen, la viuda, la monja,…-, solo falsedad, disimulo, hipocresía,… pero expresadas en versos más que gruesos, lascivos y provocadores.
Con la perspectiva de los años, estos textos de Espronceda no quitan ni añaden nada a su obra más conocida y canónica. Y con esa misma perspectiva hay que contemplarlos para no sacar conclusiones precipitadas ni sacadas de contexto. FUENTE
Lo textos de Espronceda que aparecen aquí -algunos escritos a cuatro manos con otros colegas de tertulia y correrías- cumplen al milímetro lo apuntado anteriormente: en los poemas de Poesía licenciosa, como era de esperar, solo se salva de los exabruptos misóginos la madre en "El arrepentimiento", el poema que encabeza el volumen. Espronceda añade, no obstante, a esta lista de mujeres ejemplares a las prostitutas, de las que se hace un elogio social y emocional en la "Fase Quinta" de las octavas que llevan por título "La mujer". Ya se ha dicho, ganas de "epatar". Del resto de la población femenina, de sus categorías de entonces -la casada, la virgen, la viuda, la monja,…-, solo falsedad, disimulo, hipocresía,… pero expresadas en versos más que gruesos, lascivos y provocadores.
Con la perspectiva de los años, estos textos de Espronceda no quitan ni añaden nada a su obra más conocida y canónica. Y con esa misma perspectiva hay que contemplarlos para no sacar conclusiones precipitadas ni sacadas de contexto. FUENTE
Un carajo impertérrito, que al cielo
su espumante cabeza levantaba
y coños y más coños desgarraba,
de blanca leche encaneciendo el suelo,
en su lascivo ardor, cual Monjibelo,
nunca su seno túrgido saciaba
y con violento empuje penetraba
hórridos bosques de erizado pelo.
Venció a la humanidad; quedó rendida
la fuerza mujeril; mas él, sediento
siempre y siempre con ansia coñicida,
leche despide y mancha el firmamento,
dejando allí su cólera esculpida (1) (1) La vía láctea
del carajo en eterno monumento.
José de Espronceda
[Extraído del Cancionero de obras alegres (1875); reeditato por Alta Fulla en 2000].
y coños y más coños desgarraba,
de blanca leche encaneciendo el suelo,
en su lascivo ardor, cual Monjibelo,
nunca su seno túrgido saciaba
y con violento empuje penetraba
hórridos bosques de erizado pelo.
Venció a la humanidad; quedó rendida
la fuerza mujeril; mas él, sediento
siempre y siempre con ansia coñicida,
leche despide y mancha el firmamento,
dejando allí su cólera esculpida (1) (1) La vía láctea
del carajo en eterno monumento.
José de Espronceda
[Extraído del Cancionero de obras alegres (1875); reeditato por Alta Fulla en 2000].
Atribuidos a J. de Espronceda (1808-1842),
... Cuán necios son los que al pulsar la lira
cantan a la mujer himnos de amores!
¡Cuán necios son si buscan la mentira
por consolar sus ansias y dolores!
Pues la mujer, si llora y si suspira,
es por que en sus histéricos furores
desea un hombre que la ponga al cabo
pan en la boca y en el coño un nabo.
Miente cuando te jura amor constante
(su helado corazón no se enamora),
miente cuando te dice eres mi amante,
miente cuando se ríe y cundo llora,
es de lujuria, sólo el anhelante
suspiro que exhalando está a toda hora;
jodiendo se resuelve esta contienda,
no hay más amor allí que la jodienda.
... Cuán necios son los que al pulsar la lira
cantan a la mujer himnos de amores!
¡Cuán necios son si buscan la mentira
por consolar sus ansias y dolores!
Pues la mujer, si llora y si suspira,
es por que en sus histéricos furores
desea un hombre que la ponga al cabo
pan en la boca y en el coño un nabo.
Miente cuando te jura amor constante
(su helado corazón no se enamora),
miente cuando te dice eres mi amante,
miente cuando se ríe y cundo llora,
es de lujuria, sólo el anhelante
suspiro que exhalando está a toda hora;
jodiendo se resuelve esta contienda,
no hay más amor allí que la jodienda.
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